domingo, 11 de agosto de 2013

Y el ganador es...

ACLARACIÓN IMPORTANTE: Esta entrada, publicada originalmente acá, responde a los resultados de la elección en la ciudad de Santo Tomé.
Es la primera publicación que realizo en este blog, por lo que agradezco la invitación a sumar desde mis pequeños aportes... para quienes quieran conocerme un poco más, los invito a que lo a través de blogger, facebooktwitter, o msn.


Pueden hacerse muchos análisis... todos los participantes tendrán cosas que replantearse. Incluso los actores de reparto, como quienes acompañaron con militancia a quienes intentaron ser protagonistas.

Voy a dejar una muy humilde opinión... la opinión de un santotomesino militante de un radicalismo que no estuvo representado de la mejor manera posible; la opinión de un tipo que siempre apoyó al Frente Progresista Cívico y Social aún a pesar de sus críticas pero fiel a sus ideas; la opinión de un chaboncito simple que tiene una visión positiva de la política y siempre lo van a escuchar hablar de una "renovación progresista" y defendiendo la participación de los jóvenes. La opinión de un vago que intenta ser objetivo más allá de sus pasiones (cosa que a muchos no les sale, como es el caso de tanto "militonto" adoctrinado).
Basta de prólogo, hablemos en criollo. Pero antes, miremos cómo están los números...

Resultados parciales a las 23.35 del día domingo 11 de agosto.
Mesas escrutadas: 135 sobre un total de 147 (91,84%).
[Fuente: Escrutinio Provisorio]
El gran ganador de este día tan democrático fue, sin lugar a dudas, Juan Manuel Pusineri. El ahora candidato a concejal por el Frente para la Victoria se posicionó en segundo lugar, apenas a poco más de 2 puntos porcentuales de la principal precandidata del oficialismo local, Libertad Lostumbo. Si tenemos en cuenta que tan sólo dos años atrás incursionó con una precandidatura y no le fue tan bien, creo que tiene sobrados motivos para celebrar. Incluso, su propio partido se alzó con ésta elección, y de mantenerse los porcentajes, tendrá una banca más que asegurada en el Concejo Municipal a partir del próximo 10 de diciembre. Claro que aún falta la elección definitiva, sí, pero supongo que estos números se van a mantener bastante parejos, no?

Bien, ahora vayamos a algo más personal, una lectura que realizo desde mi imprudente pasión, y que posiblemente vuele alguna que otra peluca (aclaración: algunos se deben haber arrancado los pelos de la cabeza con los resultados, por eso apelo a esta metáfora). De antemano, lamento los egos dolidos por mis palabras.
Más que una victoria de un peronismo Pusinerista-Zamorista (recordemos que contó con el apoyo de la actual concejal), me parece que hay que hablar de una mediocre performance electoral del oficialismo, encarnado en la dupla Lostumbo-Zocco. Como estuve vaticinando en mi facebook personal, y con cuanta persona se prestaba para el debate, un frente programático no puede sólo depender una "buena administración municipal"; ni tampoco puede explotar una figura convocante per se, por más méritos que tenga (tal es el caso de la ahora candidata en cuestión), porque existe algo que es el desgaste propio de las estructuras. En política, cuando se permanece demasiado tiempo en una determinada posición y con el mismo nivel de exposición mediática y social, la presión ejerce una suerte de erosión... roe y carcome lo que alguna vez fue "nuevo" y "bueno". No se trata de darle la espalda a una persona de semejante renombre y cuya historia pertenece ya al pueblo de Santo Tomé, sino más bien, de demandarle a un grupo que se renueve, que exhiba nuevas credenciales, que tome el riesgo y apueste a las ideas que dice tener. Que se involucre en la arena electoral con fuerza y vitalidad, como los tiempos actuales demandan, pero no ubicando jóvenes con poca capacidad en lugares que ni siquiera les permiten soñar con acceder a una banca.

Quiero decir que en lo personal, me dolió mucho esta situación. De hecho, le dí mi voto a Norberto Lavatiatta, porque entendí que había que darle una oportunidad a algo nuevo, a pesar de que nunca me iba a poder convencer con un discurso tan pobre y propuestas de manual, algo totalmente distinto a lo que se nota en nuestro actual intendente, Fabián Palo Oliver.
La raíz de este dolor que me aflige un poco está en que mis principios e intenciones necesitaban esta triste situación para confirmar y reafirmar una sabia frase que dijera Don Hipólito, en tiempos donde parecía complicarse la cosa, y que hoy, parafraseándola y adaptándola un poco de memoria, es más que acertada: "que se pierdan mil gobiernos, pero se salven los principios".

Tranquilos.
Calma.
No se perdió numéricamente. Pero es un llamado de atención. Es tarde, porque los pingos ya están en la cancha, y parece que estos vienen gastados. Ahora hay que resolver cómo se aguanta hasta el final del encuentro y con la ventaja mínima.

De todas formas, mi esperanza está puesta en que esta elección estaba bastante cantada y, pase lo que pase, la posta será el 2015, con elecciones ejecutivas en el medio. Ahí, seguramente muchos estaremos interesados en demostrar lo que aprendimos de todos estos errores de quienes no supieron escuchar, y reforzar los aciertos de quienes se acuestan esta noche con una sorpresiva sonrisa. Aunque a determinados sectores piensen que sea una estupidez.
Estupidez es querer lograr mejores resultados haciendo siempre las mismas cosas. En la construcción de ese futuro que decía cierto slogan, parece que algunos pilares les quedaron torcidos y mal posicionados. Estupidez será querer fabricar candidatos jóvenes para 2015 que aún no superan la barrera del barrabravismo patoteril, aunque puedan pintarse la cara con colores que no conocen.
Más que estupidez, lo que algunos pretendemos, es locura. La locura de arriesgarse a lo difícil sin miedo a los aires viciados, a los resabios de la falta de progresismo y la carencia absoluta de renovación; la locura de tomarse tiempo para pensar y analizar muy bien qué es lo que pasa y por qué en cada rinconcito de nuestra ciudad; la locura de ser amables e inclusivos, de escuchar a la gente y darles siempre una respuesta, positiva o negativa, con honestidad, y sabiendo reconocer cuando algo se nos escapa del entendimiento. La locura de elegir ser y hacer más, en vez de sólo limitarnos a imaginar más.

Pecaré de soberbio esta vez, como otras tantas, pero ya mismo quiero dejar constancia de que el gran ganador en 2015 será el que se anime a hacer una locura.

Estupidez fue esto que pasó. Locura es lo que necesariamente tiene que venir.-