martes, 3 de septiembre de 2013

Meritocracia

La meritocracia no me cierra para nada por dos motivos, el primero porque no existe, es decir, las personas no tienen realmente lo que se merecen, sino lo que les tocó en suerte, la suerte de nacer en tal o cual familia, la suerte de que sus padres puedan pagarle o no cierta "educación", la suerte de tener acceso o no, simbolicamente, a la "socialización". Segundo, la idea de la meritocracia se ve como una carrera donde la meta está marcada por el reconocimiento que se dispensa socialmente "aprobó la materia porque se lo merece, estudió una banda", "después de tanto trabajar pudo comprarse su auto"; pero, en esa carrera algunos largan desde muy atrás y otros más adelante, lo que contradice la idea de igualdad de oportunidades, de "sueño americano", porque, es cierto, si consigo un trabajo voy a ganar plata, pero que curriculum está más en condiciones de conseguir una supuesta vacante? el mío que dice que fui a una de las escuelas más caras de la ciudad y que vivo sobre la avenida o el de un pibe de Santa Rosa de lima que no terminó la primaria, le faltan los dientes y usa gorrita? acá vos me podrás decir que está bien que se destaquen ciertos valores como el trabajo o el estudio, lo que es, de alguna manera, valorar el esfuerzo. Primero mi critica al esfuerzo es que me resulta ajeno, lo veo cómo a algo que me hace salir de mi, que no me constituye, no me representa, no representa "mis ganas de hacer" y si creo que podemos darle la oportunidad a mujeres y hombres de dejarlos vivir haciendo lo que tienen ganas, no se si sería tecnologicamente seria o industrialmente desarrollada, pero seguro la gente estaría más feliz. Por otro lado, el cuestionamiento al esfuerzo o al voluntarismo es, intrínsecamente la critica a esas "metas" que nos vemos "recompensados" por alcanzar o que el común de la sociedad considera como valores a premiar, ejerciendo, de esa forma una cohersión, que normativiza, que separa lo bueno de lo malo. En conclusión, la crítica a la meritocracia es la crítica a los valores que sostienen nuestra cultura opresora, base del neoliberalismo, de la exclusión y de la "(des)igualdad de oportunidades". También me parece prudente y necesario dejar planteadas ciertas cuestiones; cuando hablamos de normatividad, lo hacemos en sentido peyorativo, si, por qué? es posible una sociedad sin normativización? es posible que la norma no normativice? Dada la imposibilidad de la existencia de normas comunes, es posible la no meritocracia teniendo en cuenta que lo aceptado califica como premio y su recompensa merecimiento y reconocimiento? Por otro lado, cual sería la salida a la meritocracia? en qué nos basaríamos para calificar de algo "bueno" o aceptado socialmente?. Ustedes dirán.

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